Fuente: www.energetica21.com
Un refrán del Norte de Inglaterra dice algo así como «donde hay residuos, hay ganancias».
Lo que viene a decir que donde hay deshechos, hay oportunidades de negocio. Y nunca ha sido tan cierto como hoy, que es posible convertir los residuos industriales y domésticos en combustibles sostenibles con bajas emisiones de carbono. Lo que antes era un coste para la industria y la sociedad, ahora es una fuente de ingresos. Quizá sea la solución definitiva para todos: tomar los productos de desecho que son un lastre desde el punto de vista ambiental y económico, y transformarlos en combustible en un mundo cada vez más hambriento de energía, pero con mayor conciencia ecológica.
Biogás producido a partir de residuos de matadero, alcohol incautado por los funcionarios de aduanas en Suecia, biodiésel elaborado con aceite de cocina usado de los restaurantes de Estados Unidos, bioetanol obtenido de residuos agrícolas en China… la industria de los combustibles a partir de residuos se perfila como una solución a la dependencia de los combustibles fósiles.