
Continuamos con nuestra ronda de visitas a colaboradores. En esta ocasión nos trasladamos a Torrelavega, a las instalaciones de ALGRUMAQ SERMAT en las que conversamos con Luis Miguel Tirador, hijo del fundador y Gerente de la Empresa.

Nos relata su historia, la de su fundador, un hombre con inquietudes y la “chispa de emprender “que tras pasar por varios trabajos y oficios, “conecta con el mundo de las grúas”, y en el año 1995, se decide a poner en marcha la empresa en lo que era una antigua fábrica de zapatillas en el barrio Dualez de Torrelavega. Me impacta la fuerza con la que su hijo resalta el carácter emprendedor del fundador, un hombre, activo, que sigue, con él “al pie del cañón” y que, cuando no está dedicándose a la empresa, busca cualquier tarea para ponerse manos a la obra o se relaja paseando a sus perros.

El entrevistado, comenzó en la empresa tras finalizar sus estudios de bachillerato y, como dicta la tradición, pasó por todo tipo de tareas, desde lijar máquinas a venderlas. Nos habla, de diversificación, de dar servicio a diferentes sectores, construcción, agrícola, ganadero, montes, etc, con una apuesta decidida por el servicio y la dedicación al cliente. Cliente por el que claramente apuesta al formalizar pedidos con sus marcas de referencia meses antes de que éstos les sean efectuados , se arriesgan, para tratar de soslayar, en la medida de lo posible, los retrasos que la fabricación y distribución de maquinaria está ocasionando de forma trasversal a todas las marcas.
Nos habla, no sin orgullo, de que fueron los primeros en España, y de los primeros en Europa en vender una Takeuchi TB370 , modelo, por cierto, que no deja de sufrir los retrasos en la cadena de producción, “parece que poco a poco se van regularizando éstos y los del transporte marítimo que tanto nos han penalizado a todos”. “Una marca como la Japonesa Takeuchi de la que conocían desde su sede central para Europa en Austria, hasta el minuto en el que se iba a recibir en base”
Aunque la rotación en la maquinaria no se puede comparar con países como Austria, Suiza o Alemania en el que, por término medio, se sitúa en cuatro años, y en el que “una subvención del 10% dispara las ventas”, actualmente, hay trabajo, hay demanda y la empresa y sus veinte trabajadores están ahí para darles el servicio que sin duda merecen.

Dejamos a Luis agradecidos por la amabilidad con la que nos ha recibido y con una satisfactoria sensación de optimismo.