El alza de las materias primas requiere un cambio en la normativa de contratación pública.
El precio de las materias primas se ha sumado a los efectos de la pandemia, para crear un desafío económico sin precedentes para el tejido productivo. Por supuesto, el sector de la construcción no ha sido inmune a este conjunto de circunstancias. Y la tormenta no tiene visos de amainar en el corto plazo.
2021 principalmente, a partir del segundo trimestre- se ha caracterizado por una subida considerable del precio de materias primas esenciales en el ámbito de la construcción, tanto en la edificación como en la obra civil. Asociaciones del sector, como SEOPAN, han registrado incrementos espectaculares -entre un 60% y un 110% frente a 2020- en el precio de materiales como cobre, aluminio, acero y mezclas bituminosas. Esta situación queda reflejada en la evolución del índice de costes del consumo de materiales, que publica el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. Su incremento, en el año que acaba de concluir, suma casi 20 puntos frente al ejercicio anterior.